Alliance for Feminist Movements

INVERTIR EN LOS MOVIMIENTOS Y EMPEZAR CON CONFIANZA

Boletin informativo

Este artículo se publicó por primera vez en Count Me In.

Los movimientos feministas fomentan la igualdad de género y los derechos humanos mediante la influencia en las políticas, el fortalecimiento de las instituciones y el cambio de las normas sociales. Operan bajo condiciones muy precarias frente al auge del autoritarismo, los movimientos antigénero* y las policrisis**. Sin embargo, de forma colectiva, les donantes destinan escasos recursos a los movimientos feministas. La Alianza para los Movimientos Feministas, el Consorcio ¡Cuenta Conmigo! y la iniciativa Liderando desde el Sur organizaron un evento paralelo a la 68ª Sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW68), en el que subrayaron la necesidad imperiosa de que los donantes financien, depositen su confianza y operen en solidaridad con los movimientos feministas.

“La pregunta es: ¿a qué nos arriesgamos si no invertimos en los movimientos feministas?”, Anisha Chugh, Fondo de Mujeres de Asia.

El 13 de marzo, en una sala del Centro de la Iglesia de las Naciones Unidas repleta de donantes y activistas feministas, se discutió acerca de cómo dotar efectivamente de recursos a los movimientos feministas. En la sala, el consenso fue que el activismo feminista funciona muy bien. Ha logrado importantes cambios sociales en las últimas décadas para reclamar derechos, igualdad y justicia para los grupos estructuralmente excluidos. Sin embargo, menos del 1% de la totalidad de la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) de carácter gubernamental se destina al financiamiento feminista, aunque los Gobiernos se comprometan de forma pública a trabajar por la igualdad y la justicia. En segundo plano, las fuerzas que impulsan la agenda antigénero crecen y adquieren día a día más poder y organización. No les faltan recursos ni apoyos. Es por ello que la pregunta primordial resonó durante toda la conversación: ¿A qué nos arriesgamos si no brindamos apoyo efectivo a los movimientos feministas?

el funcionamiento básico”, Immaculate Mugo, Fondo de Acción Urgente, África.

El panel, Shereen en su intervención. Foto: Liz Ligon

Mientras analizaban cómo mejorar el financiamiento de los movimientos feministas, les panelistas señalaron algunos desafíos clave. Los gobiernos a menudo enfrentan resistencias al momento de convencer al parlamento y al público en general de la importancia del financiamiento para los movimientos feministas en el Sur Global, mientras que las organizaciones y los movimientos feministas se ven impedidos de actuar en diversos ámbitos.

En primer término, los donantes no financian aquellas modalidades en las que se reconoce que el cambio consiste en un proceso a largo plazo. El financiamiento de corto plazo y los enfoques en constante cambio fracasan a la hora de fortalecer los movimientos sociales y obtener resultados importantes. En segundo término, hay una falta de confianza en los movimientos del Sur Global. La mayoría de les donantes todavía financian a las organizaciones del Norte Global, mientras que son las organizaciones y los movimientos del Sur los expertos en producir un cambio en sus contextos. La falta de confianza también da origen a una serie de requisitos restrictivos y complejos procedimientos de elaboración de informes en los que se debe invertir mucho del preciado tiempo y energía que podrían destinarse mejor al trabajo concreto tan necesario. Asimismo, esto impide a numerosos movimientos y organizaciones solicitar financiamiento, sin mencionar acceder a este.

“A lo largo de las décadas, ha habido mucha OAD sin cumplir, lo que equivale a billones de dólares que se les adeudan a los países en desarrollo”, Sachini Perera, RESURJ.

Participante mientras toma notas. Foto: Liz Ligon

Existen, no obstante, algunos ejemplos de cambio en la dirección correcta. A fin de brindar un mejor apoyo a los movimientos del Sur Global, el Gobierno de los Países Bajos, por ejemplo, se centra en alcanzar una mejor adaptación a las realidades locales y la puesta en práctica de las política exterior feminista. Un gran ejemplo de los esfuerzos de adaptación a las realidades locales por parte del Gobierno neerlandés es el crecimiento del programa Liderando desde el Sur. Así, los fondos se conceden a fondos feministas del Sur Global, los cuales, a su vez, suministran recursos a varias organizaciones feministas del Sur abocadas a materializar los derechos humanos de las comunidades estructuralmente excluidas.

Les panelistas compartieron más ejemplos de prácticas que están cambiando el panorama del financiamiento feminista. La concesión participativa de subvenciones  que practica el Fondo Paraguas Rojo involucra a representantes y activistas de organizaciones locales en el proceso de selección. La organización Just Associates otorga, a petición, pequeñas sumas de dinero en un plazo de 48 horas a los movimientos, activistas comunitaries y organizaciones inscritas y no inscritas a quienes acompañan como parte del apoyo urgente capaz de fortalecer los procesos de organización y la construcción de movimientos.

“Los derechos de les trabajadores sexuales necesitan del feminismo y el feminismo necesita de los derechos de les trabajadores sexuales… es gracias al poder de las alianzas que se me ha invitado hoy aquí, a donde en general a la gente como nosotres no se nos invita”, Vera Rodríguez, Fondo Paraguas Rojo.

“El fondo de movilización se basa en el intercambio de recursos como expresión de una práctica histórica de los movimientos: la solidaridad. Lo que subyace a esto es una lógica que dice cómo podemos usar nuestra posición para conseguir recursos, incluido el dinero, para los movimientos que enfrentan dificultades”, Shereen Essof, JASS.

Los movimientos feministas están cada vez bajo mayor ataque y hay poco dinero para apoyarlos en un contexto en el que las fuerzas antigénero crecen en número y poder. ¿Cómo combatir esta situación? 

Les donantes deben dar prioridad al financiamiento básico, flexible y plurianual. Las organizaciones y los movimientos feministas deberían sacarle el máximo provecho a las alianzas para poner de relieve la interseccionalidad de los temas urgentes, como los derechos humanos, la justicia ambiental y racial, y la igualdad de género mientras acceden al financiamiento más allá de los míseros fondos que se reservan para la igualdad de género, acortan las distancias que imponen los pequeños desacuerdos y construyen movimientos masivos para impulsar la justicia y los derechos para todas las personas.

“Necesitamos que nos ayuden compartiendo sus historias, experiencias y buenas prácticas. Se subestima mucho el poder de la narración. Necesitamos historias para comprender y, además, para explicar a nuestra propia audiencia qué es lo que ustedes están haciendo”, Peter Derrek Hof, Ministro de Asuntos Exteriores de los Países Bajos.

Les donantes tienen que escuchar más a les activistas y las organizaciones feministas y confiar en ellas. La confianza debe verse reflejada en los procesos de solicitud, selección y elaboración de informes. El Gobierno neerlandés adoptó una política exterior feminista para aumentar la confianza y la comprensión presentes en el proceso de financiamiento. Los movimientos feministas necesitan hacer hincapié en la narración de las historias de sus luchas y logros para conquistar más corazones y mentes. Les donantes deben esforzarse por ser más inclusives de las voces de los márgenes, de los grupos que no hablan los idiomas coloniales, que no están inscritos o que simplemente no cuentan con tiempo ni recursos para solicitar financiamiento. 

El 13 de marzo, la Alianza para los Movimientos Feministas, el Consorcio ¡Cuenta Conmigo! y la iniciativa Liderando desde el Sur organizaron el evento paralelo a la CSW68, “Prácticas de Financiamiento Feministas: Financiar a los Movimientos para Lograr el Cambio”, el cual contó con el copatrocinio del Ministerio de Asuntos Exteriores de los Países Bajos. Les ponentes fueron: Anisha Chugh, Directora Ejecutiva del Fondo de Mujeres de Asia; Peter Derrek Hof, Director de Desarrollo Social y Embajador para los Derechos de las Mujeres y la Igualdad de Género del Ministerio de Asuntos Exteriores de los Países Bajos; Shereen Essof, Directora Ejecutiva de Just Associates; Vera Rodríguez, Asociada de Programa del Fondo Paraguas Rojo; Sachini Perera de RESURJ, e Immaculate Mugo del Fondo de Acción Urgente, debate con moderación conjunta, África.

*Movimientos antigénero y antiderechos es una denominación general para aquellos movimientos sociales que buscan defender los llamados roles e identidades de género “tradicionales” y que se oponen a los valores feministas y los derechos humanos fundamentales de las personas LGBTQIA+. Estos movimientos a menudo se asocian con el racismo, el sexismo y demás formas de odio, así como con la negación del cambio climático. 

**Policrisis es un momento de enorme desacuerdo, confusión y sufrimiento a causa de numerosos problemas de distinto orden que ocurren de forma simultánea y que, en conjunto, tienen un profundo efecto. 

Participante toma fotografías del panel. Foto: Liz Ligon